martes, 3 de noviembre de 2009

DETERIORO DE LOS ECOSISTEMAS:

1.- Deterioro y fragmentación del hábitat

La extinción puede resultar del hábitat inadecuado para las especies por causa de acciones humanas (por ejemplo, la tala de bosques o la contaminación severa de ríos), o mediante la fragmentación del hábitat. Ésta tiene el efecto de dividir a las poblaciones de especies anteriormente contiguas en pequeñas subpoblaciones. Si éstas son suficientemente pequeñas, entonces los procesos de causalidad conducen a aumentar las probabilidades de extinción en relativamente poco tiempo.

La superficie de los ecosistemas poco o nada perturbados se redujo extraordinariamente en las últimas décadas a medida que aumentaban la población y el consumo de los recursos.
En los ecosistemas de agua dulce, las represas han destruido grandes sectores del hábitat de los ríos y arroyos. En los ecosistemas marítimos, el desarrollo costero ha eliminado las comunidades de los arrecifes y las próximas a las costas.



2.- Introducción de especies

La introducción de especies provoca muchas de las extinciones de especies registradas, amenaza por especies exóticas introducidas En esos ecosistemas aislados, un nuevo depredador competidor, o agente patógeno, puede poner en peligro rápidamente a especies que no pueden desarrollarse conjuntamente con los intrusos.

3.- Explotación excesiva de especies de plantas y animales

Numerosos bosques, recursos y pesqueros de vida silvestre han sido explotados en exceso, en algunos casos hasta la extinción.



4.- Contaminación de suelo, el agua y la atmósfera

Los productos contaminantes deterioran los ecosistemas y pueden reducir o eliminar la población de especies sensibles. En algunos casos la contaminación reverbera a lo largo de la cadena alimenticia.

Los microbios del suelo también han sido afectados por la contaminación debido a los depósitos industriales de metales pesados y a la agricultura de riego, que provocan la salinización. La lluvia ácida ha vuelto prácticamente invivibles miles de lagos y estanques de Escandinavia y América del Norte y, conjuntamente con otros tipos de contaminación del aire, ha dañado bosques en toda Europa. La contaminación marítima, especialmente de fuentes no puntuales, ha afectado el Mediterráneo y muchos estuarios y aguas marítimas costeras en todo el mundo.





5.- Modificación del clima mundial

En las próximas décadas un "sub-efecto" de la contaminación del aire -el calentamiento mundial de la atmósfera- podría causar estragos en los organismos vivientes del mundo.

Muchas especies no estarán en condiciones de redistribuirse con suficiente rapidez como para adaptarse a los cambios previstos, y es probable que se produzcan considerables alteraciones en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas.



6.- Agroindustrias y forestación

Hasta el siglo XX, los agricultores y ganaderos criaban y mantenían una enorme diversidad de variedades de cultivos y animales de cría en todo el mundo. Pero esa diversidad se está reduciendo rápidamente en los establecimientos productivos debido a los modernos planes de hibridación de plantas y al consiguiente aumento de la productividad que surge de sembrar un número relativamente menor de cultivos que reaccionan mejor ante el riego, los fertilizantes y los plaguicidas.

Tendencias similares están transformando los ecosistemas forestales diversos en plantaciones de monocultivos de árboles de alto rendimiento -algunas de las cuales se parecen ahora más a maizales que a bosques naturales- e inclusive se han preservado ex situ menos genes de árboles que genes de cultivos como "póliza de seguros" contra las enfermedades y las plagas.


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